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lunes

Márchate


Vete de aquí, no quiero volver a verte más. Tu egoísmo me saca de mis casillas. Lo he intentado por todos los medios pero no puedo más. Dame las llaves y márchate de una vez, por favor. Sólo piensas en ti mismo. Ni siquiera te has preguntado si necesitaba algo durante estos días. Ni siquiera si había dejado de dolerme la pierna. No hablemos ya del corazón, de las heridas invisibles. ¿Qué iba a preocuparte a ti que lleve tres meses desangrándome por dentro y que sin pedir esté pidiendo. Gritando. Ruidos sordos que tú nunca vas a escuchar porque sólo sabes escucharme cuando vienes a por el dinero y esperas la respuesta. Una palabra amable y formal. Superficial. Estoy harto. No puedo aguantar más. Prefiero estar solo. Lidiar sin esperanza con mis propias miserias. No estar esperando en vano un gesto, una palabra, una mano que pueda sacarme de este pozo.

Papá, acabo de cumplir los dieciocho años. Trata de entender este estado de postadolescencia frente al que ni tú ni yo podemos luchar. Trata de resistir un poco más. Mamá no va a volver.

©José Luis Pineda Requena
Córdoba, 21 de junio 2011

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me siento identificado.Manolito

Capitán Alatriste dijo...

¿Con el padre, con la madre, o con el hijo adolescente?