Ayer estuve en el IKEA de Sevilla para dotar de menaje ese preciosísimo nidito sin amor que estoy montando y me llevé la grata sorpresa de encontrarme el amor en cada esquina. Que bonito ver que el 80% de las personas que por allí discurrían eran parejitas (más o menos) jóvenes en busca de esas cosas que les faltan para completar su pisito. Que bonito es el amor.
Acabé mareado y abrumado.
3 comentarios:
Diego...qué bonito es el amor, pero pronto lo vas a encontrar y llenarás tu nido con ese hermoso sentimiento.
Un beso.
No sé si cabremos todos. El amor, el ventilador y yo....
:-)
Besos,
José Luis.
Eso te pasa por mirar a la gente y no a los muebles ;)
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