Continúo con esta costumbre que voy a implantar de escribir la intrahistoria de cada libro que voy leyendo. Mi relación con Echenique no empezó bien porque mi primera lectura fue "El huerto de mi amada", que no tiene bonito más que el título. Es un horror de libro. Creo que una vez incluso llegué a decir que me había parecido tan malo como los de Paulo Coelho (sic). Sin embargo, salió a relucir este tema en una de las conversaciones literarias con el gran ANTONIO, ese personaje y pozo de sabiduría que lo mismo te cuenta la historieta para partirse de risa, que te hace un soneto con una facilidad pasmosa, que te corre 42 kms como hizo el de las guerras médicas. Pero bueno que me desvío, el caso es que el GRAN Antonio me abrió los ojos respecto a Echenique y me recomendó que leyese otras cosas, porque a él, que es un gran "echeniquiano", también le pareció un petardo con el que, curiosamente, ganó el Planeta. Bueno, entonces empecé por "Un mundo para Julius" y ya fue otra cosa amigo. De casualidad empecé este año "La vida exagerada de Martín Romaña" y ahí quedé atrapado por su peculiar estilo. El libro que ayer terminé, "El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz" es una continuación de la vida de Martín Romaña y básicamente narra las aventuras y desventuras de su vida a través de sus dos grandes amores, Inés (en el primero) y Octavia (en el segunto). No voy a hacer ninguna crítica literaria porque no es esa la intención pero sí he de decir que estas dos novelas me gustaron muchísimo y que por supuesto recomiendo. Aunque a la par advierto que es un estilo bastante peculiar. Y como todo lo excelso, o te gusta, o lo odias.
miércoles
El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz
Continúo con esta costumbre que voy a implantar de escribir la intrahistoria de cada libro que voy leyendo. Mi relación con Echenique no empezó bien porque mi primera lectura fue "El huerto de mi amada", que no tiene bonito más que el título. Es un horror de libro. Creo que una vez incluso llegué a decir que me había parecido tan malo como los de Paulo Coelho (sic). Sin embargo, salió a relucir este tema en una de las conversaciones literarias con el gran ANTONIO, ese personaje y pozo de sabiduría que lo mismo te cuenta la historieta para partirse de risa, que te hace un soneto con una facilidad pasmosa, que te corre 42 kms como hizo el de las guerras médicas. Pero bueno que me desvío, el caso es que el GRAN Antonio me abrió los ojos respecto a Echenique y me recomendó que leyese otras cosas, porque a él, que es un gran "echeniquiano", también le pareció un petardo con el que, curiosamente, ganó el Planeta. Bueno, entonces empecé por "Un mundo para Julius" y ya fue otra cosa amigo. De casualidad empecé este año "La vida exagerada de Martín Romaña" y ahí quedé atrapado por su peculiar estilo. El libro que ayer terminé, "El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz" es una continuación de la vida de Martín Romaña y básicamente narra las aventuras y desventuras de su vida a través de sus dos grandes amores, Inés (en el primero) y Octavia (en el segunto). No voy a hacer ninguna crítica literaria porque no es esa la intención pero sí he de decir que estas dos novelas me gustaron muchísimo y que por supuesto recomiendo. Aunque a la par advierto que es un estilo bastante peculiar. Y como todo lo excelso, o te gusta, o lo odias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
De acuerdo en lo de Coelho. EL otro día leí un pensamiento suyo al respecto de dejar las cosas atrás q me pareció una absoluta y completísima ESTUPIDEZ. Vaya tío tonto!!
Firma: EL Calvo
Diego...me gusta especialmente este autor...La capacidad memorística de su narrativa devora incluso a la realidad del autor para incorporar ésta una vez ya oportunamente transformada, a la ficción.
Un beso.
Estoy de acuerdo contigo. A mí me gusta mucho y tiene un estilo definidísimo, algo tan difícil de conseguir.
Besos,
José Luis.sgf
Me enamoré de el a los 15 años... Desde ahí no dejo de leer sus libros.
Publicar un comentario