Antesdeanoche tropecé con este fragmento en una interesante lectura de Bryce Echenique que ya explicaré cuando proceda. Estuve pensando que quizás yo venía intentando escribir ese párrafo desde hace dos años aprox. y obviamente no lo hice. Pero leerlo de las manos del maestro peruano me produjo tremendo relajo en el alma. No estoy solo. Hay alguien ahí.
Aunque no es un poema también hay poesía en la prosa y sinceramente, esto es lo más poético de una semana tan poco poética.
Buen fin de semana.
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"...Terminé de cerrarle el traje. Desapareció la piel morena de su espalda jamás vista hasta esa tarde. Oí su voz que me agradecía, la manera en que todas sus frases las terminaba diciendo siempre Martín, y dije, para mis adentros, besarte y después morirme. Pero no quería morirme, como antes. No, ya no. Ahora lo que quería era adorarla y amarla con pasión. Ser de ella. Atreverme a decirle que un hombre puede regresar. Nada más que eso. Que un hombre puede regresar en un mundo de madera a un mundo de fiesta y de verdad. Y al regresar de verdad, mi amor, tal vez atreverme a decirte que te quiero hace siglos."
© Alfredo Bryce Echenique
“El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz”
2 comentarios:
Diego...qué bonita expresión, por eso me gusta su estilo!
Un beso.
Tremendo fragmento. Una joyita para repetir.
Besos,
José Luis.
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