El lugar que separa el mundo de la nada
es una playa vacía
de piedras blancas y aguas azules
de horizontes silenciosos
y maltrechas intenciones
Allí, en esa orilla del fin del mundo
las olas susurran
palabras ahogadas
frases inconclusas
lenguajes que no entiendo
He llegado hasta ese límite vital
aniquilando recuerdos
desterrando pasados incompletos
para encontrar mi rostro en el agua,
sin reflejo
Para saber que tal vez es ahora
cuando todo empieza.
Todo empieza cuando todo acaba
al llegar a ese lugar infinito
donde el mar siempre descansa
imperturbable, anestesiado
El lugar donde gritar callado
en cada lengua extraña
que buscar es regresar
porque más allá de esa orilla
está la vida, está el mundo
donde no queda nada.
©José Luis Pineda Requena
8 comentarios:
Muy bonito. Me ha gustado mucho. No recuerdo si había leído algún poema tuyo antes...en fin, muy bonito. Enhorabuena. Un saludo.
Joder, que empalago...por Dios...
Como diría mi padre: "Dices más pegos que una tía borracha".
Muy bonito, sí señor. Me ha gustado mucho, como todo lo que escribes.
Besos
Me alegro mucho de que os haya gustado y lo siento por el anónimo.
Un trasfondo algo descorazonador ¿no?
Un abrazo desde este lugar del mundo
Esa playa vacía, que está dentro de nosotros... y que tanto nos cuesta lanzarnos a la aventura de encontrarla.
Es playa vacía es un inicio, es un cambio, es un volver a empezar, es un volver a nacer.
Desgarrador lo de aniquilar recuerdos y desterrar pasados inconclusos... Yo sueño con mi playa, con sus recuerdos y donde pueda concluir los pasados que me hicieron vivir.
bonito poema!
Alice, no te creas que es tan descorazonador...según se mire.
Rania, ojalá encuentres pronto esa playa una vez la hayas encontrado, puedas seguir soñando con ella.
Alicia, me alegro que te haya gustado, ya sabes que la poesía -por llamarlo de alguna manera- no es mi mayor virtud.
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