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Alicia y su país de las maravillas

La primera vez que lo vio frunció el ceño y se dijo: ups, rara avis habemus. Estaba sentado en el banco de enfrente y leía un poemario de Neruda. No daba crédito. Ella hacía lo mismo. Alzando la vista disimuladamente por encima de su libro lo observó. Era un chico más o menos de su edad, alto, guapo y vestía de una forma sofisticadamente desordenada. Se había recostado junto a una mochila de libros en uno de los bancos de aquel parque donde Alicia solía bajar cada tarde a sumergirse en su lectura y se encontraba absorto en la lectura y tomando notas. Rara rara avis, volvió a pensar.

Permaneció así, desconcentrada de u libro y observándolo, mientras imaginaba y aun sin conocerlo empezaba a idealizarlo. En esas, él la despertó de su ensoñación al guardar su libro junto a los demás en el macuto y empezar a caminar en dirección al puente sin siquiera haberle dirigido una mirada. Alicia suspiró mientras él se alejaba y bromeándose a sí misma se dijo. Era un sueño claro…o será el calor.

Alicia siempre había vivido contracorriente. Sobre todo en lo que al amor respecta. Al llegar a Madrid para empezar una nueva vida todos sus sueños de amor utópico y sublime se habían ido al traste en una cruda realidad que la arrastraba. Parecía tener un imán para las malas influencias. Para las relaciones sin futuro, tumultuosas. Primero se enamoró de un hombre casado que ejecutó con ella a la perfección el guión establecido de la triste historia de hombre casado y amante indignada. Terminó por salir corriendo. Pero en plena huída volvió a tropezar con otra piedra semejante en el mismo camino. En esta ocasión el chico no estaba casado pero como si lo estuviera. Cambiemos novia por esposa. Terminó desquiciándose a sí misma pensando qué podía ver en esos tipos y qué estaba haciendo con su vida y bueno, intentó recomponerse en la distancia. Se aisló. Se hizo acompañar de libros y soledad. Recompuso sus conceptos, sus pilares, y salió fortalecida. Ahora estaba tranquila. Había guarnecido su conciencia y sacado brillo a sus principios y se enfrentaba a la vida desde una posición que le gustaba. A veces se sentía como en una espera desesperante, pero su soledad le había enseñado muy bien a lidiar esos momentos y no cometer errores pasados.

Al día siguiente acudió al mismo lugar pensando en aquel desconocido y convencida de que volvería a verlo. Pero no sucedió así. Las mismas señoras mayores de siempre con sus nietos, algún que otro deportista ocasional y gente con sus perros. Ni rastro del desconocido. Ella se reía de sí misma repitiéndose lo de los sueños.

Así, siguió con su ritual de lectura diario y terminó por olvidar a aquel extraño hasta que un día lo vio aparecer de nuevo. Con aquella mochila cruzada a un lado y aquel aire desenfadado lo observó embelesada en la distancia, esperando que se sentase en el banco que estaba libre, que esta vez le quedaba más cerca. Pero el chico continuó su pausado caminar en lugar de sentarse y se acercó hasta a ella para preguntarle algo que jamás alcanzaría a recordar, hechizada como estaba, en aquella mirada azul infinita y pensando que ahora sí, tal vez, aquél sería el conejito blanco que de una vez la transportara al país de las maravillas.


©José Luis Pineda Requena
Córdoba, 08 de octubre de 2006

22 comentarios:

gatagaes dijo...

.
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Espero Alicia lo encuentre en algún momento

Me encantó tu post, buenisimo!!

Te sigo leyendo.



SLDS

Daniela dijo...

José Luis...que hermosa historia de amor, ainnnss, arrancas un suspiro de mi corazón, si me pasa a mí lo de Alicia, prefiero los ojos verdes. Entonces contarías, el cuento diferente, nada de hombres casados, sólo uno pero de ojos verdes, por favor... jijiji.
Besos

Anónimo dijo...

Jose Luis,me encanta el relato,ya lo he memorizado,ahora solo me falta coger el AVE e irme a cordoba para que me lo dedique el autor!Me ha gustado mucho el final ,abierto, porque si llega a ser triste vaya una manera de empezar el dia!
Gracias, seguiré puliendo mis principios y soñando en mi pais maravillado.
Un besito Capi!

Noa- dijo...

Cuantas bellas historias por amor.

Saludos

Anónimo dijo...

CAPITÁN ALATRISTE, NO ME HA QUEDADO MUY CLARO EL COMIENZO Y EL DESENLACE FINAL DEL POST.CREO QUE SON DOS HISTORIAS PARALELAS.¿¿¿ENTONCES HAY QUE ESPERAR A UNA SEGUNDA PARTE???.SEGUIRÉ LEYENDO.

Capitán Alatriste dijo...

Hola Gata Gaes, gracias por leerme y estoy seguro que Alicia va a encontrarlo por que se lo merece. El relato no daba para explicar mucho como es ella, pero seguro seguro que en algún lugar lo encontrará. Si no fuera así, mierda de vida.

Daniela, para ti los ojos verdes siempre.

Liliiiii, menos mal que te ha gustado, era mucha presión, jeje. La próxima vez intentaré superarme.

Noa, quizás esté un poco monotemático con el amor, no crees? Tal vez debiera colgar cosas de otro estilo -que también escribo- sino me van a tildar de blog rosa, jeje.

Carla, la historia de alicia y el chico es la historia de un encuentro. El final es abierto. Siempre hay para segundas y terceras y cuartas partes, sobre todo cuando hablamos de relatos tan corto. Pero de momento quedará así. Imagina cuál es la que más te gusta.

Besos a todos y gracias de nuevo por visitarme.

Lydia dijo...

Vaya, menuda belleza, sí. El texto ha quedado espléndido y hoy, que me has pillado con los altavoces encendidos, decirte que, además la canción la envuelve proporcionándole una magia que le va que ni pintada. Felicidades por ello y besos desde cerca ;)

Daniela dijo...

José Luis...estás escribiendo mi historia?...dónde estás?.
Besos!

Isthar dijo...

A veces hay que tener cuidado con los encantamientos, esconden patrones que ya hemos repetido si la lección no la hemos aprendido todavía.

Con suerte esta vez será diferente y conseguirá lleva a Alicia a mundo de ensueño que seguramente siempre mereció :)

Un abrazo

libertad dijo...

Un gusto leerte. besos!

Anónimo dijo...

Estoy segura que Alicia conseguirá su objetivo, se lo merece, además por tener yo el gusto de ser su amiga. Fué ella quien me recomendó esta página y como siempre no me ha defraudado, es preciosa. Espero que sigas escribiendo con el mismo sentimiento.Es un blog muy profundo y bonito. Enhorabuena José Luis.

Alicia dijo...

caramba, qué sorpresa Capitán Alatriste!
He encontrado parte de mi historia en este post... sólo que mis maravillas son otras, y mi país aún lejano.
Siempre buscando el rumbo...
-¿Quieres decirme, por favor, qué camino debo tomar para salir de aquí?- pregunto Alicia
-Eso depende mucho de a dónde quieres ir - respondió el Gato.
-Poco me preocupa a dónde ir - dijo Alicia.
-Entonces, poco importa el camino que tomes - replicó el Gato-

Anónimo dijo...

¿Por qué el país de las maravillas no sale en el google earth?

saludos

Dulcinea dijo...

Pues esperemos que ALICIA encuentre a su conejito blanco...o al menos que pueda celebrar su NO CUMPLEAÑOS con los sombrereros, no?

Bueno...otra historia preciosa.

Dulces besos.

Dulcinea dijo...

Por cierto...la canción está genial.

;)

maRia dijo...

Gracias por tu visita. Sí conocía el poema de Neruda, y me parecía curioso que nadie lo hubiera citado en ese post que me dedicó mi amigo.
Cuando vuelva de mi exilio bloguero autoimpuesto me detendré aquí entre tus hermosas palabras don Alatriste. Dame el número de teléfono de Alicia, anda, y hablaremos de la esperanza.

Anónimo dijo...

Que bonita historia, esperanzadora donde las haya,Jose Luis eres un mago capaz de sacar un historia de cualquier chistera.

Felicidades.Te seguiré leyendo. Me quedastes hechizada.

Anónimo dijo...

Capitán, siga creando, desde que apareció detesto su obra, me quitó a mi musa. Sabe a quien me refiero.
Poeta anónimo.

Capitán Alatriste dijo...

dsd, me alegro que te haya gustado el texto, y sobre todo la canción. Es MI CANCIÓN, la canción más hermosa jamás escrita. Besos desde San Basilio.

Isthar, es lo bueno que tienen las ficciones que uno juega con ellas a su antojo.

Thank you liberty.

Esther, gracias por visitarme. Espero que te gusten los relatitos lo menos lo menos una décima parte que a Alicia, que ya seria un éxito. Es que ella mira con muy buenos ojos.

Alicia, gran fragmento ese...tan aplicable. El país de los sueños nunca está tan lejano. A veces está tan cerca que no nos damos cuenta.

desorden, la tuya es sin duda, la frase de la semana. Conste que fui a buscarlo, y efectivamente, no está.

Gracias dulcinea por tus dulces palabras, qué más voy a decir de la canción que no se sepa...Bueno sí, podría contar mi anécdota de la muerte de One, pero entonces mis amigos dirían que soy un pesao, jaja.

María, la esperanza a veces es el mayor motor de la infelicidad humana. Pero sí, en eso nos amparamos a veces, que tontitos somos.

Anonymous 1. Gracias por tus palabras pero quién eres? No soy ningún mago pero me encanta jugar con las historias, a veces, es lo único que tenemos.

Anonymous 2 o poeta anónimo. Las musas no le pertenecen a nadie. Siga detestándome. Mi obra soy yo.

Anónimo dijo...

Hola Me llamo Victoria, y aunque no nos conocemos, tenemos una amiga en común, Alicia. He leido algunos de tus relatos y tengo que decir que son maravillosos, oJalá yo supiera escribir así. El de Alicia es fantástico, la tienes totalmente emocionadita JAJAJ. Nada chico sigue escribiendo así que da gusto leerte. Besos

Anónimo dijo...

Yo tuve la oportunidad de escuchar ONE en el VICENTE CALDERON y esa sensacion nunca seras capaz de poder tenerla ni escribirla (la version one en el memphis tampoco estuvo mal) un abrazo del brazo armado de la musica

Anónimo dijo...

no valeeee! siempre esperando...o creandonos falsas historias....o repitiendo patrones........ufff!
pero es tan genial mientras sueñas!!!!!
besito