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miércoles

Sucede que a veces

"Ciertamente, es agradable ver estampado el propio nombre; un libro es siempre un libro, aunque no contenga nada."
Lord Byron

Pues sí. Me dijeron la semana pasada que había quedado finalista de este concurso. No he ganado ni recibiré premio alguno, pero se publica un libro con los relatos ganadores y los finalistas y al menos tendré el privilegio de ver mi literatura estampada en un libro de verdad, por primera vez. Eso, el hecho de que Almudena Grandes fuese miembro del jurado y quedar entre los primeros de 120 participantes, siendo todo un novato en esto de los concursos, me da ánimos para intentar salir de esta sequía creativa en la que me encuentro inmerso. Dejo el relato que ya llevaba mucho tiempo sin poner uno. Como es cortito, ahí va.

Sucede que a veces

“Sucede que a veces me canso de ser hombre”
Pablo Neruda

Sucede que un día abres las puertas del museo como cada martes pero ya no es un martes cualquiera, es un martes distinto, donde todo sigue en el mismo lugar, con las mismas formas, pero ya nada es igual. Sucede que la arqueología retumba vacía en el fondo del alma y que el saludo a cada pieza, cada reliquia, cada piedra milenaria ha perdido todo lustre. Y es un martes gris aunque haga sol y mayo esté a la vuelta de la esquina, aunque Joaquín, tan servicial como siempre, haya abierto todas las ventanas antes de nuestra llegada para inundarnos de luz, con esa antipatía cotidiana en su gesto que nos ha acompañado siempre sin que lleguemos siquiera a pensar en que tal vez lo dejó su mujer o tal vez su hija se fue de casa sin dar una explicación, o lo que sería peor, sin darle un beso de despedida o tal vez nunca haya tenido ni hija ni mujer y por eso se le amargó tanto el semblante. Sucede que los últimos años de tu vida, vividos en la recomposición de todos los mosaicos romanos que ahora adornan las paredes del museo, en la recomposición de uno mismo, mirando siempre al pasado como si fuese lo único que de verdad nos quede, empiezan a comprimirse en ahogados y asfixiantes recuerdos en un martes cualquiera pero distinto.

Sucede que, de repente, pero no por casualidad, uno empieza a sentir la densidad de los segundos, como si pudiera palparlos, como aquella vez que llegaste un lunes a enfrentarte a los mosaicos pensando que no volverías a verla, que tu historia de amor se acabó y entonces los segundos eran horas de una vida insufrible que te esperaba pero no, porque ella no terminó de irse y al final el amor venció, dándole la razón a los poetas. Así, uno puede descubrir la turbia densidad de los segundos, porque se hacen irrespirables y no porque uno quiera que transcurran rápido sino porque le gustaría que no se pasasen nunca. Cuando uno puede aproximar los segundos de su futuro, éstos se hacen siniestramente palpables.

Sucede que, sin esperarlo, las noticias nos cambian la vida y que normalmente llegan de dos en dos, una buena y otra mala, pero sin el juego previo, sin la broma, porque la mala la digeriste tú sólo, en secreto, con ese afán de no preocupar a nadie que a veces nos asalta y así, te bañaste en las lágrimas de tu soledad en un frío pasillo de hospital, con las paredes blancas y apagadas, al leer el resultado de aquella biopsia y saber que podías contar los segundos de tu vida. Después llegar a casa y encontrarla a ella esperándote en la puerta y abrazarte suave, y acariciarte con su sonrisa mientras te dice tocándose su barriga de varios meses ya, que va a ser un niño. Se lo dijo esta mañana el ginecólogo y supo que estarías muy contento porque así podrás jugar con él al fútbol en el parque y comprarle la camiseta del Atleti, y todas esas cosas que siempre quisiste hacer con tu hijo tal vez porque nunca las hicieron contigo. Y llorar entonces, pero llorar de pena, llorar de rabia, y no de alegría. Llorar de amargura ante la noticia buena porque la mala la invade, la eclipsa. Llorar y ocultar el llanto para no enturbiar su sonrisa y el amor de su mirada.

Sucede que ya en la cama, con su pecho en tu espalda, uno recuerda a Neruda y sucede que se siente como cansado de ser hombre pero no de aquella forma. Sentirse cansado por dejar de serlo, justo en este momento, precisamente ahora. Y al día siguiente, mientras los segundos ya descuentan, y no puedes sujetarlos, ni detenerlos, la vida sigue igual pero ya nada será lo mismo y miras el mosaico en el suelo, restos sobre la mesa, gente de aquí para allá. Todo tan lleno y tan vacío. Pensar e imaginar a ese niño que nunca llegarás a conocer y oírlo decirte papá con la camiseta del Atleti puesta. Y entonces sucede que ves cuán corto ha sido todo, y la arqueología se torna vacua, el mosaico un tétrico y oscuro juego, y ese segundo hogar que siempre fue el museo se convierte en un lugar irrespirablemente muerto. Entonces, sucede que la vida se vuelve miserable y cruel y uno cree que ya debería estar muerto para no tener que sentir el dolor de la ausencia venidera, la ausencia propia de este mundo, para no sufrir el dolor que te abate sin remisión cuando sabes que tus segundos han empezado a descontar.

©José Luis Pineda Requena
Córdoba, 04 de Mayo 2007

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchismas felicidades!!!!

Me alegro muchisimo,yo tuve el privilegio de escuchar este relato con la voz del autor,que siempre suena mucho mejor,si cabe!

Enhorabuena.

Un abrazo

Amador Aranda Gallardo dijo...

muy bonito, me ha gustado mucho. y enhorabuena, no todos los días te lee almudena grandes. Yo intenté presentarme, pero al final no escribí nada, aunque la idea de relato ya la tenía. un abrazo.

Anónimo dijo...

Qué guapo el relato!! Y que triste también... Enhorabuena por tu éxito y disfruta de él, con toda seguridad te lo mereces.

La frase de Neruda que utilizas, "Sucede que a veces me canso de ser hombre", ya la conocía por una canción de Ismael Serrano. Y, la verdad, es que hace reflexionar, como casi todos los poemas de Neruda. Mi favorito es aquel que empieza: puedo escribir los versos más tristes esta noche. Ya sé que no es muy original, pero sobre gustos....

Anónimo dijo...

Enhorabuena José Luís!!! Por lo menos en lo personal te llevas más que en lo deportivo ;)
Un besote

Athena dijo...

Sucede que, es un placer leer tus relatos. Sigue deleitándonos.
Enhorabuena por tus éxitos!!

Anónimo dijo...

Muchisímas felicidades!!!
Enhorabuena.

Bueno pero no me superas, además el cuento es mío. Te lo leí y me lo quitaste.
Noe.

Capitán Alatriste dijo...

Lili, te acuerdas? Cuando os lo leí estaba recién salido del horno y como puedes ver ha cambiado bastante poco.

Gracias Amador, me alegro de que te gustase y es cierto eso de que es un privilegio lo de Almudena.

Silvia, ese es el poema XX de los veinte poemas de amor y una canción desesperada. Es precioso pero tristísimo. Neruda es uno de mis poetas de cabecera, así, a bote pronto, léete el Epitalamio. Uno de los más bellos poemas de amor del chileno.

Nuria gracias. Lo nuestro es muy fuerte. Lo futbolístico digo. Voy a tratar de olvidarme en la medida de lo posible por lo menos hasta la próxima temporada.

Athena, gracias por tus palabras. Yo tb tengo algo que decir de las tuyas, a ver si saco un hueco...

Gracias Noe. Siento decirlo pero no entiendo muy bien lo que quieres decirme. Seguro que es una patología propia y asumida. Un besito.

Besos a todos.

Anónimo dijo...

JOSE LUIS QUE LO QUE DICE LA ANÓNIMA NOE NO SOY YO, COMO VA A SER.
BESITOS.

Anónimo dijo...

JOSE LUIS QUE LO QUE DICE LA ANÓNIMA NOE NO SOY YO, COMO VA A HACER. ME CONFUNDI.
BESITOS.

Anónimo dijo...

j

mc dijo...

"como aquella vez que llegaste un lunes a enfrentarte a los mosaicos pensando que no volverías a verla, que tu historia de amor se acabó y entonces los segundos eran horas de una vida insufrible que te esperaba pero no, porque ella no terminó de irse y al final el amor venció, dándole la razón a los poetas. Así, uno puede descubrir la turbia densidad de los segundos, porque se hacen irrespirables y no porque uno quiera que transcurran rápido sino porque le gustaría que no se pasasen nunca. Cuando uno puede aproximar los segundos de su futuro, éstos se hacen siniestramente palpables."

Sencillamente enorme. Enhorabuena.
Aunque eso del Atleti... Mal ejemplo para el chico jeje.

Beatriz Pérez Doncel dijo...

me asomo aquí de vez en cuando...
enhorabuena por tus relatos y tus méritos.
yo también estaría orgullosa si Almudena Grandes simplemente leyera algo mío...porque yo deboro todo lo que ella escribe.
un saludo, capitán.

Yuria dijo...

Me encanta como escribes.

Saludos, un placer.

Anónimo dijo...

Casualmente estoy leyendo la última obra de Almudena Grandes, mi escritora preferida. Todo un privilegio si te leyó, seguro que también ella se conmovió.

El reconocimiento es muy importante, pero es sólo la guinda... lo importante es sentirse recompensado en cada párrafo y seguir escribiendo sin parte mucho a esos aplausos, sino que sólo sean un empuje a tu creatividad.

También tuve la suerte de tener unos de mis relatos, votados, seleccionados y formando parte de un libro de relatos cortos, aunque también otras veces pasaron desapercibidos o no seleccionados... así que te entiendo muy bien, pero a la vez, pienso que tengo que dar mucho más y sobre todo aprender, para luego poder conmover como tú lo has hecho.

Mi enhorabuena, paisano.

Anónimo dijo...

Sucede que... se me saltaron las lágrimas, porque tu relato me conmovió...

Fueron más que palabras, muy bien escritas, por cierto.


(Esto formaba parte de mi anterior mensaje.... je je je..! me lo dejé atrás :-) )

Te enlazo que quiero seguir visitando tu página.

Milady dijo...

Sucede que no tengo palabras. Me encantado, no me extraña que seas finalista. Un abrazo.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

He visitado tu blog por casualidad y he leido ese cuento que ha quedado finalista. Me ha gustado mucho. Enhorabuena